Bendita locura, bendita rebeldía de mi corazón para seguir su latido… la maestría, mi maestría es un parte aguas en mi vida, ha sido el encuentro con muchos maestros, con amigos, con compañeros… y lo logrado: ¡es mi encuentro conmigo!

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Mis palabras no son suficientes para intentar describir esto que me pasa con la maestría. Al inicio caí como una piedra grande y dura en suelo muy fértil y fue gracias a la dedicación, al profundo amor y a la certeza de que muchos alguien que se llaman integro confiaron en mí, que hoy siento germinar como una semilla en un ambiente fértil.

Honestamente al principio dude mucho de que estaba haciendo ahí, una porque estaba en un ambiente diferente a mis cuadradeces, o sea miedo a darme cuenta, segundo porque eso no es medicina de medicamentos, o sea miedo a darme cuenta, tercero porque en la primera sesión fui confrontada por Sergio que ni me conocía, o sea miedo a darme cuenta… y así hasta llegar a mil. No quería estar porque en el propedéutico, en lo primero yo ya estaba encontrando respuestas!!! En algo que fue una probadita ya me estaba moviendo el tapete!!! En las primeras horas y ya me sentía viéndome frente al espejo!!! Dime quien en sus cabales lo permite!

Bendita locura, bendita rebeldía de mi corazón para seguir su latido… la maestría, mi maestría es un parte aguas en mi vida, ha sido el encuentro con muchos maestros, con amigos, con compañeros… y lo logrado: es mi encuentro conmigo!

Hasta hoy cada una de las experiencias es nutrición, es encuentro, es aprendizaje, es saber más de mí, es darme cuenta. Cada una de las sesiones tienen su encanto, me dejo sorprender por el tema de cada mes, me dejo encantar por la vida de lo que cada sesión .

En mi profesión como medica recupero que encuentro otro camino para trabajar, no solo lo ya establecido en una norma oficial mexicana para ejercer medicina. Recupero y disfruto que las personas, el ser humano, yo, somos mucho más que síntomas. Este pensamiento me permite ejercer medicina que cura…

Justo hace unos días fue el día del médico, próximo día 5 es mi cumpleaños, y hace unos días me fui a vivir a un puesto de mina, uno de esos lugares donde la gente trabaja para que las piedras duras y las tremendas rocas proporcionen su riqueza… todo coincide jajaja, y me rio por la alegría que me causa vivir despierta.

Y así termino un relato muy corto de un año de vida diferente, de un año de encuentros, de salud y de vibrar con la vida. Tiempo de sentir contacto con la tierra, con mi vientre, conmigo, con los otros y con dios. Tiempo de sentir que me muero para despertar más viva!

Si definiera o pudiera expresar de alguna manera qué significa INTEGRO para mí, diría que “es el lugar que me vio nacer y me enseño a vivir”. Estos dos años ocho meses que he estado en INTEGRO he aprendido a aceptarme y amarme como soy, a disfrutar lo que tengo y a no lamentarme por lo que me hace falta.

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Mi estancia en INTEGRO me ha permitido aprender a ser persona, dejando atrás los ideales y expectativas inalcanzables, a llevar una vida ligera a partir de aprender de mi misma y de los demás, con esto inicié un camino en el cual me he encontrado con sorpresas que jamás creí llegará a experimentar, y lo mejor de todo, cuando dejé de buscar empecé a encontrar. Estos dos años ocho meses que he estado en INTEGRO he aprendido a aceptarme y amarme como soy, a disfrutar lo que tengo y a no lamentarme por lo que me hace falta.

Durante mi proceso personal en INTEGRO comprendí que la felicidad está en el ejercicio de ser y tomar de la vida sólo lo necesario, vivir los errores como ensayos que me han llevado a nuevas formas para solucionar mis conflictos, amar y estar con quien me ama y a respetar a quien piensa diferente a mí.

Cuando ingreso a la maestría el objetivo principal era convertirme en un terapeuta de alto nivel sin embargo al termino de la misma me doy cuenta que en realidad me convertí en una mejor persona, aun y cuando no me fue modificar aspectos tan arraigados en mi historia de vida.

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Primeramente conocí compañeros y compañeras con historias muy similares a la mía y que con su cariño me fueron ayudando a sanar a través de verme y  descubrirme  en ellos mostrando interes y un apoyo incondicional y que al pasar del tiempo se fueron convirtiendo en una parte significativa de mi vida a tal grado que anhelaba que llegara la fecha del encuentro para compartir con ellos, de alguna manera se convirtieron en algo igual o mayor a mi familia una familia que escucha, entiende y no juzga, una familia que  me dio mucho amor y que al mismo tiempo me reflejaba y hacia entender mis incongruencias, en fin le voy a extrañar porque son una parte muy importante de mi vida.

Conocí maestros  que con su sabiduría pero sobretodo con su experiencia de vida y la congruencia en la misma facilitaron   mi crecimiento así como la motivación para seguir estudiando y creciendo en mi persona recordar a los maestros: Toño, Fernando; Miguel, Pedro, Alejandro García. Félix, Gerardo, Jorge Fiero entre otros que ahora forman parte importante de mi vida.

La maestría me facilitó la oportunidad de vivir más en mí,  trabajar en mi soberbia la cual durante muchos años me alejoó de las bondades de la vida descubriendo que tengo derecho a dar pero también a recibir, veo la sensibilidad en todos los actos de mi vida experimentando las emociones y sobre todo la expresión de las mismas, verdaderamente redujo los estados de ira y de constante  enojo con la vida que impedían el poder disfrutar, actualmente doy la importancia  justa a las cosas, busco lo que necesito en mi sin estar esperando a que las demás personas  resuelvan mi necesidad, amando a quien se deja amar, disfrutando cada momento al máximo en ocasiones acompañada y en otras tantas estando en mi soledad.

Otro aspecto importante fue la llegada de mi segunda bebé la cual venía buscando desde hacía ya varios años sin tener éxito y que posterior a mi trabajo en cuanto a las pérdidas ( embarazos no llegados a término ) llegó modificando mi existencia reforzándola de mayor compromiso ante la vida.

Para mí el cierre de la maestría no es una historia que termina sino que continúa puesto que en este momento no concibo mi existencia sin el crecimiento que INTEGRO brinda,   percibo aun algunos asuntos sin concluir aun que en realidad no se si están concluidos  tal ves no como yo hubiese querido pero al fin de cuentas cerrados.

Me deja un grato sabor de boca pero sobre todo un gran conocimiento de mí mismo al igual que el compromiso hacia  mí y ante las personas que me rodean.